11 mayo, 2008

Thai massaaaaaage

El viaje a las Phi Phi nos dejo la espalda machacada con los botes tan tremendos que dimos en la popa de la fuera-borda. Conclusion. Que mejor remedio que un masajito, y ademas frente al mar..... Alli habia multitud de zonas de masaje, regentadas creemos que por familias, donde la "madamme" era la madre que buscaba a sus victimas entre los turistas que paseaban por la playa. Una vez atrapados por los tentaculos de la madre, nos pusimos en manos de sus hijas, dos tiernas mancebitas que tenian unas manos sedosas, que te acariciaban como lo deben de hacer los angeles (si es que existen). Primero boca abajo, rociandote las piernas con aloevera y apretando fuerte. Alli aguantamos el tipo como pudimos. El dolor era intenso, pero una vez terminadas las piernas era un placer notar como ya no te dolia nada la musculatura.
Pero lo mejor estaba por llegar. Esas caricias en la espalda, esa forma de recorrer el cuerpo con manos, codos y piernas... !!!Maravilloso!!!. El problema era darse la vuelta para que nos masajeasen otra vez de abajo hacia arriba. Habia que estar concentrado para que no notasen que eramos hombres con la sensibilidad a flor de piel. Yo me puse a pensar en cosas desagradables, yo que se.... cosas del trabajo, o temas que no me agrada recordar. Y es que si no hacias eso, la madamme podria enfadarse por ver como sus hijas habian calentado la sangre de estos dos infelices occidentales.
Lici

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Tenéis cara de estar en la quinta dimensión. Estáis de lujo. Es la mejor forma para aprender hacer masajes, primero los recibes y luego los haces, ¿se ha entendido?. Seguir disfrutando. petons

Ciro dijo...

Me parece a mi que aqui hay alguien con mucha cara, no?. Bueno, dice un dicho CASTELLANO que quien da, recibe. Esto tambien se ha entendido, no?

Anónimo dijo...

glucs.....entendido

Ciro dijo...

Guapa!