10 mayo, 2008

Nuestros conductores favoritos...

Este es un homenaje a los conductores que nos han prestado sus servicios en este viaje.
ROGELIO (conductor de tuc-tuc en Angkor). Personaje camaleonico, capaz de cambiar de semblante dependiendo de la hora del dia.
Igual se presentaba partiendose de risas a la hora de negociar sus servicios y te gastaba bromas con el precio final, como lo despedias hasta el dia siguiente sin saber si lo ibas a ver de nuevo. Verle retozando en una tumbona roncando y esperando a que lo despertaramos para que siguiera con el viaje era todo un poema.... Su corpulencia y su cabezon impedian ver el paisaje mientras realizabamos el trayecto por las ruinas de Angkor.
NEMESIO (el taxista de Camboya). Gran maestro en destrozar su Toyota Celica por los caminajos de barro. Para el no existen los intermitentes. Tocaba el claxon y el resto debia apartarse. El amo de la "carretera". Concentrado en su trabajo, no se despistaba a la hora de adelantar a la vez a un camion, dos motos, una bici y tres peatones. Profeziona, mu profeziona. Parco en palabras, solo dijo dos en ambos viajes. En la ida dijo -"toilet"- y se bajo a hacer aguas menores. Y en la vuelta dijo -"toilet"- y volvio a hacer la misma operacion. Y ademas, en el mismo punto kilometrico.
AVELINO (el guia/piloto de la barcaza). El mejor de todos. Ese cuerpo serrano, curtido de tanta brisa marina. Esas gafas de sol que le daban un aire de haber sido conquistador de dulcineas marineras. Ese arte de llevar el timon. Esos pies que delataban los kilometros que habia hecho descalzo a lo largo de su vida. Se paraba en todo momento cuando queriamos fotografiar algo. Mantuvo la tranquilidad a la hora de decidir si regresabamos en medio de la tormenta. Se la jugo y demostro su pericia bajo la lluvia. Pero lo mas grande fue cuando saco el machete para cortar la sandia. Esa demostracion de artes marciales con aquel pedazo de cuchillo nos dejo alucinados. Magistral.

CEFERINO (el piloto de la fuera-borda). Este hombre debio de ser un locatis en sus anos jovenes. Era ver la pista libre y le daba a tope a la motora. Montarse en la popa de una embarcacion de este tipo ha sido como ir a la feria y montarse en una atraccion de esas que te dejan molido. Por momentos pensabamos que partia la quilla.
-"sosiega, Ceferino, sosiega"- le dediamos constantemente. Pero el nada, se obcecaba y no paraba. Mas parco aun en palabras que Nemesio. Solo dijo una. Fue al llegar a nuestro destino cuando apunto al cielo con el indice hacia aquellos nubarrones negros, y dijo "rain".
Lici

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta esta entrada lici, es una gozada leerla. Desde luego que la proxima vez no se nos escapan las fotos de Rogelio, Avelino y sobre todo Nemesio. Este texto es un homenaje a ellos, que son los nativos con los que más horas compartimos... Por eso supongo que Nemesio me abrazó a traición con tanto entusiasmo.
El otro villor