04 mayo, 2008

9- Mis queridas sanguijuelas

La manana se dedicó a cruzar el Meckong para darnos esa pequena satisfacción de pisar Laos. Luego fuimos a la cueva de Tham Pa Tai, en la que tuvimos que pasar por un estrecho pasillo donde había un nido de serpiente. Y, efectivamente, allí estaba ella, la mar de salada, cuidando de los huevecitos, supongo, porque no hubo ganas de quedarse allí más tiempo y entablar amistad con ese bicho, repudiado por Dios al poco de crear Tailandia. Y por fin, decidimos terminar con nuestros huesos, guapos pero ya cansados, en el Parque Nacional de Kao Yai, el más antiguo del pais. Allí pasamos la noche en nuestro alojamiento más caro, 60 euros, pero escuchar el sonido de la selva durante aquellas horas merecio la pena, salvo por nuestro encuentro con mis queridas sanguijuelas.

Fue curioso hacer un pequeno treking de 5 km por una selva en la que sabes que por allí pasean a sus anchas monos, ciervos, lagartos (animales todos ellos que pudimos ver), pero tambien elefantes, leopardos, cobras y algún que otro tigre (animales que, afortunadamente para este blog, no pudimos ver). Pero si confieso que durante esos 5 Km de treking, algo acojonados andábamos por si nos topábamos con semejantes animalejos. Y fijaté, tan preocupados estabamos que solo nos dimos cuenta de mis queridas sangüijuelas cuando algo extrano me empezó a picar en los tobillos. Al bajar los calcetines pude alegrarme la vista al comprobar que 5 pequenitas sangüijuelas estaban chupando, cuan desesperadas, mi sangre. Una vez desalojadas en tan inconveniente lugar, pase a inspeccionar el otro tobillo. Allí estaban tambien, alegres y dicharacheras, 4 más de esos deliciosos bichitos. Dada la voz de alarma, Oscar y Lici comprobaron que tambien ellos tenian una sangre acorde con los gustos de las sangüijuelas y que, las malvadas, sin invitación, intentaban trepar por nuestro calzado hasta poder acoplarse cómodamente a nuestra piel. Salimos de la selva corriendo, gritando como nenas mal criadas. Yo, la verdad, hubiese preferido ver un tigre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Chicos,
Nos teniais en ascuas. ¿qué oscuras cosas estuvisteis haciendo el 1,2 y 3 que no os atreveis a contarlas?
Bueno una limpieza de sangre de vez en cuando no viene mal...
Disfrutad.
Miguel,Alvaro y Helena

Óscar dijo...

Es que esto de pasar la frontera de Camboya ha sido como pasar de 1 división a regional lejos de la preferente, un besote muy fuerte a Alvaro. Cuidaros mucho