El mundo se acaba, irremediablemente.

El mundo se acaba, irremediablemente. Cuando los gusanos, con su barriga llena, se feliciten por el festín que se acaban de dar, a costa de nuestros cuerpos, el mundo para mí se habrá acabado. Y así nos ocurrirá a todos ¿O qué os pensáis? Por eso Oscar menciona el Carpe diem.
Si queremos quedarnos satisfechos con nuestros músculos, nuestra mente y nuestro corazón habrá que dejarse llevar por los impulsos que nacen del ansia por aprovechar esta vida. Vida que se acabará, irremediablemente.

Así que nos vamos a Tailandia 22 días, como 22 soles. Tan solo con un billete de avión y una reserva de alquiler de coche. Cada día, espero, será diferente, abierto a lo que nos deparen las gentes del lugar y sus paisajes. No será solo un viaje, viajar sin excursiones organizadas depara experiencias que te harán más fuerte o más débil, pero siempre más sabio.

Ahora apenas tenemos algo más que mucha ilusión en el viaje, somos tres amigos a punto de iniciar, quizás, el viaje de nuestra vida (que esperan seguir siendo amigos cuando el viaje termine). No sé, no sé. Somos diferentes. Tres formas diferentes de reaccionar ante los capítulos y versículos de la vida (también tenemos testículos diferentes, pero esto será tema de otro día).

Rául